domingo, 17 de abril de 2022

"UNA SELVA ANTIEDUCATIVA". CARTEL PARA SALAS DE PROFESORES.



 

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lunes, 20 de febrero de 2017


“VOLVER”

AL  BUP  y  COU,

LA  UNICA  SOLUCION

 

Propuesta de D. Emilio de Fez Marrero       
al Congreso de los Diputados,
al      Senado            y   a  la sociedad
ante la gravísima situación
de la Enseñanza Primaria y Secundaria en España

(2017)

 

 

Indice

 

I.                  INTRODUCCIÓN                       Pags. 2-6

 

II.               PROPUESTAS                             Pags. 7-10

 

III.           LLAMAMIENTO  AL  GOBIERNO, 

 

A  LOS  PARTIDOS  EN  LA  OPOSICIÓN

 

Y  A  LA  SOCIEDAD                           Pags. 11-14

 

I.                INTRODUCCIÓN

 

·        Quede claro, primero, mi respeto a las personas (entre ellas compañeros ya fallecidos) que de buena fe defendieron la aprobación de la LOGSE.

 

·        Dicho esto, debo proclamar con rotundidad que la implantación de la LOGSE (y, más en concreto, de la ESO) ha sido, con mucha diferencia, el disparate educativo más descomunal que ha cometido España en toda su historia. Y que sus consecuencias han sido devastadoras para los profesores, para los alumnos, y para el presente y futuro de nuestra sociedad en su conjunto. La situación actual de los colegios e institutos de Enseñanza Primaria y Secundaria en España es, por sus funestas consecuencias en cadena, nuestro más grave problema social. Un problema cuya única solución es la vuelta a un sistema similar al del BUP y COU.

 

·        Ciñéndonos en principio a la ESO (Enseñanza Secundaria     Obligatoria) establezcamos  algunos hechos y valoraciones:

 

1.             Casi todos los profesores que lo impartieron, saben y afirman que con el anterior sistema (BUP + COU) su rendimiento profesional, su dignidad social, y su calidad de vida, eran mucho mayores; y  que sus alumnos salían mucho más cultos y mejor formados, tanto cívicamente como en su preparación humanística, científica y técnica.

 

2.             Los profesores que por su edad no llegaron a impartir la EGB, BUP o COU, pero que sí cursaron estos estudios, también saben y afirman casi unánimemente que el nivel de preparación (y nada digamos de orden y de respeto), era entonces muy superior al de los actuales alumnos.

 

3.              Los padres con hijos que cursaron antes la EGB, BUP y COU, y que a su vez tienen  o han tenido nietos escolarizados con el actual sistema confirman casi al unísono que ven los centros de ahora mucho menos formativos y mucho más problemáticos.

 

4.              Una abrumadora mayoría de los profesores universitarios sabe y afirma que los alumnos llegaban mucho mejor preparados a la Universidad hace veinte años (es decir, antes de la ESO) que ahora.

 

5.              Los efectos demoledores  de la falta de exigencia y disciplina se han dejado igualmente sentir en la FP. El distinguido intelectual librepensante, Alberto Rodríguez Álvarez, a su vez profesor de FP durante más de tres décadas, lo resumía así hace más de diez años en su antológico trabajo “La sombra de la  ESO  es alargada”:  

 

       “Me he visto obligado a ver, con preocupación y tristeza, cómo la nobleza de los alumnos de antaño, de alumnos que estuvieron a mi lado hace pocos años, ha sido dejada a la vera del camino para dejarle el paso libre a unos alumnos carentes de principios y que le ponen el freno a valores tales como la amistad, la solidaridad, el compañerismo, el respeto a los otros, la aceptación de los estudios, etcétera. Alumnos, todos mayores de 16 años, muy mal educados, violentos, intolerantes, egoístas, ingratos, falsos, irresponsables, vagos...”  

 

6.              Es una falacia afirmar que la ESO es socialmente avanzada y solidaria con las capas medias y bajas de la población. Y es una falacia, porque lo que interesa a los padres de clase media y baja es que sus hijos se formen en todos los sentidos lo mejor posible, que es precisamente lo que ha dejado de ocurrir al implantarse la ESO.

        

7.     Es igualmente falaz aseverar que la obligatoriedad de permanencia de todos los adolescentes en los centros hasta los 16 años haya mejorado el “derecho a la educación”.         Lo ha empeorado y mucho. Si bien la Ley de 1970 establecía la gratuidad y universalidad de la  EGB sólo hasta los 14 años, la realidad es que cualquier alumno que lo deseaba podía continuar con el BUP y COU de forma casi gratuita, con el único gasto de matrícula, compra de libros y transporte, existiendo becas para quienes a esos efectos lo necesitaban.   

 

8.              Las diferencias esenciales (aunque hay otras menores) entre el deseable  BUP  y la nefasta  ESO  son cuatro:

 

 

a) Que el BUP era voluntario.

 

b) Que para pasar al siguiente curso había que asimilar los contenidos de cada asignatura. Esta “base previa” garantizaba que los alumnos estuvieran “bien ubicados”en cursos que, en esencia, eran capaces de aprobar, por  su capacidad intelectual, o por su especial esfuerzo, o  por ambos.

 

c) Que el nivel de exigencia de cada asignatura (establecido por el Plan de Estudios) era, en esencia, innegociable  e  inexorable.

 

d) Que los comportamientos  inadecuados podían sancionarse ejemplarmente de diversas formas inmediatas. Y que las faltas muy graves o reiteradas derivaban en la expulsión del centro e incluso en la privación del derecho a proseguir los estudios del BUP en centro alguno. La expulsión se aplicaba poquísimo, pero (y porque) esta capacidad sancionadora estaba “ahí” como “ultimo elemento disuasorio” que todos daban por sobreentendido.

 

*Este elemento es  esencial para el funcionamiento de cualquier sistema educativo. Sin duda, el descarte casi total de la expulsión en la ESO está en la base del desorden y de la indisciplina en los actuales centros de la ESO y, por ende, en la base del trágico envilecimiento de la educación impartida así como en la base de la calcinación -psíquica, física y moral- del profesorado.

 

9.             Es falsa la excusa de que “la mayor conflictividad de los centros de ESO se debe al aumento de la conflictividad de la calle”. Más bien es al revés: el fracaso de este sistema “anti-educativo” ha generado mayor conflictividad juvenil en la calle. ¿Qué comportamientos callejeros, o domésticos, cabe esperar  si ni siquiera en los mismísimos centros educativos se consolida un hábito de orden y de respeto? ¿Cómo no van a contagiar los alumnos más “antisociales” su actitud a buena parte de sus compañeros si sus tropelías quedan  impunes? ¿Qué referentes morales  transmitimos a los adolescentes tolerando a diario en colegios e institutos actuaciones humillantes  -y hasta delictivas- contra alumnos, profesores y personal no docente?

 

10.                           Es indudable el pernicioso efecto  de muchos programas televisivos, y el de muchos contenidos de Internet, amén del de otras circunstancias contemporáneas. Pero esto no puede oscurecer la evidentísima relación “causa-efecto” entre la implantación de la ESO y el resquebrajamiento  de los Institutos a todos los niveles. Un hecho lo demuestra: sólo en el primer trimestre en que llegaron los primeros grupos de 3º de la  ESO a los Institutos hubo más problemas de disciplina que en los cinco años anteriores con todo el alumnado de BUP  y  COU  junto.
 

II.          PROPUESTAS
 

1.             PREÁMBULO
 

a) Sería, legislativa y operativamente, largo y engorroso volver “tal cual” al sistema consagrado en la Ley de 1970 (EGB-BUP-COU) incluyendo su denominación,  currículos y distribución de cursos (8 de Primaria, 3 de BUP y 1 de COU).

 

b) Nuestra educación y nuestra sociedad necesitan, sí, soluciones drásticas y eficaces, pero, al mismo tiempo, soluciones susceptibles de implementarse casi de inmediato y con el mínimo disenso posible. Esto puede conseguirse conservando el  “c a p a r a z ó n” (distribución de etapas y ciclos, currículos, profesorado) de la actual LOE pero introduciendo las modificaciones esenciales que siguen.

 
2.     PROPUESTAS  CONCRETAS


a)     Establecer al final de la Enseñanza Primaria una Prueba de Ingreso a la Enseñanza Secundaria (en adelante “ES”) ofreciéndose, hasta los 16 años, un itinerario alternativo a la ES para quien no apruebe, o no quiera presentarse, a esta Prueba de Ingreso;      y para quienes aún habiéndola aprobado no quieran acceder a la Enseñanza Secundaria sino al itinerario alternativo.  Los alumnos contarán, si quieren usarlas, con cuatro oportunidades para examinarse de la Prueba de Ingreso a la Enseñanza Secundaria. Esta Prueba tendrá convocatorias en junio y en septiembre.

 

b)    Limitar a dos, en todos los niveles educativos, el número de asignaturas suspendidas con las que se puede pasar al curso siguiente.

 

c)     Establecer una Reválida al acabar 4º de la ES,  cuya superación será requisito imprescindible para cursar el Bachillerato. Los alumnos que lo deseen contarán con cuatro oportunidades para superar los exámenes de esta Reválida.

 

d)    Situar en los 14 años la escolarización forzada, posibilitando el acceso a la Formación Profesional en régimen de aprendizaje en empresas, o el acceso directo al mercado laboral, a partir de esta edad.

 

*En Inglaterra, los jóvenes pueden realizar trabajos remunerados -con ciertos límites como el número de horas mensuales- desde los 13 años. La mejor manera de “responsabilizar” y “motivar” a los adolescentes que, al menos por el momento, no quieren seguir estudiando, es ofrecerles la posibilidad de asumir las responsabilidades, y disfrutar la remuneración, que todo trabajo conlleva. El trabajo, en cualquier sector o empresa, es, en sí, educativo, y constituye una opción de aprendizaje tan digna como cualquier otra.

 

**    No es lógico que un país que ha abierto su mercado laboral a millones de inmigrantes impida todo tipo de “regularización laboral” de sus propios adolescentes hasta los 16 años. Muchos adolescentes  inician carreras antisociales y delictivas de difícil retorno precisamente por falta de la opción legal de trabajar.

 

e)     Sin perjuicio de la opción, por decisión judicial, del internamiento en correccionales de los responsables de hechos particularmente graves cometidos en los centros o fuera de ellos, SE CREARÁN, para los alumnos de edad inferior a 16 años que persistentemente ocasionen conflictos en sus colegios e institutos, CENTROS DE REEDUCACIÓN con normativa específica y profesorado voluntario y especializado.                  Es esta la única forma de garantizar, a la inmensa mayoría de alumnos que seguirá en el resto de los centros, el respetuoso ambiente de ordenada libertad, disciplina y trabajo que constituyen “conditiones sine quibus non” para el eficaz proceso educativo al que el resto de los alumnos y padres tienen derecho.

 

*Es pura y sencillamente imposible, por muchas vueltas que le demos, “restituir la autoridad al profesorado” si se mantiene la suicida premisa de que “el alumno reiteradamente infractor va a seguir en el centro de todos modos”. Sin opciones claras de castigo, expulsión o derivación, no hay educación.

                                

-El derecho a la educación ha de tener, como todos los derechos, sus cauces y sus límites. Del mismo modo que el derecho constitucional a “circular libremente por el país” queda suspendido si una persona comete un delito que apareje la reclusión en prisión, igualmente el mal comportamiento, grave o reiterado, en los colegios e institutos, no sólo no debe  quedar nunca impune sino que debe ser disuadido y penalizado expeditivamente, como única forma de conseguir su pronta erradicación y la consecuente normalización de la vida escolar.

 

         -En cualquier caso, los menores de 16 años con comportamientos inadmisibles seguirán conservando, hasta esa edad y salvo en los casos graves de internamiento en otros recintos por decisión judicial, el derecho a la educación en el centro de reeducación, comarcal o de distrito, al que se les derive.

   
III.             LLAMAMIENTO  AL  GOBIERNO,        

 

A  LOS  PARTIDOS EN  LA OPOSICIÓN

         

                Y  A  LA  SOCIEDAD


1.              Respetuosamente urjo al Presidente del Gobierno, a los órganos del  Ministerio de Educación, a todos los diputados del Congreso, y a las estructuras orgánicas de los partidos en él representados, que acometan las reformas que aquí se proponen –y otras complementarias de índole similar- para invertir el proceso de autodestrucción en que está inmerso el sistema educativo y posibilitar el retorno de la paz escolar y de todos los efectos beneficiosos que esta conlleva.

 

2.              Urjo también a los profesores, y a los padres y madres de los alumnos, a que alcen su voz inequívocamente a través de los claustros, de los consejos escolares y de los medios de comunicación, ejerciendo la presión necesaria para que nuestros gobernantes cambien el rumbo, hoy suicida, de nuestra Enseñanza Pública.

 

3.              Este cambio de rumbo, que imperiosamente necesita nuestra Educación, no es,  no debe ser, una cuestión de carácter ideológico, político o partidista. No es una cuestión de PSOE,  PP,  C´s,  Podemos, IU, etc.,  ni han de tener nada que ver las preferencias centralistas o nacionalistas.

 

4.              Estamos ante un asunto de sentido común, de defensa común de la enseñanza y por ende del futuro de los niños y adolescentes de todas nuestras  provincias y  CCAA.

 

5.              Estamos, todos, ante la obligación exigida por la Constitución -que nos define como “Estado social y democrático de derecho...” y que propugna como “valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad...”-            de defender eficazmente los –hoy desprotegidos- intereses educativos de los hijos de las capas medias y bajas de la población.  

 

6.              En efecto, los erróneos principios en que se fundamentó la LOGSE, y más en concreto, la ESO  -errores que persisten en las leyes que han subseguido a la LOGSE, que esencialmente son más de lo mismo-  han creado un abismo  entre (por así denominarlos “grosso modo”) ricos y no ricos.

 

7.              La diferencia ambiental, educativa y formativa entre los colegios públicos y los concertados (y nada digamos de los privados) es hoy muy superior a la que existía hace veinte años.

 

8.              La solución no puede ser (como pretenden y propugnan algunos) igualar por abajo y repartir la miseria “obligando a funcionar a los centros concertados como actualmente funcionan los públicos”. No. Obviamente, la única solución eficaz y sensata es “modificar el sistema para  que los centros públicos puedan funcionar, en la máxima medida de lo posible, como lo están haciendo los privados”.

 

9.              Sería, a los anteriores efectos, muy deseable (aunque no es  en modo alguno  imprescindible) la colaboración de los sindicatos y partidos (IU, UGT, CCOO, etc.) que, junto al PSOE  y desde 1985, gestaron la LOGSE-ESO  y su implementación  y  continuidad.

 

10.                                Comprendemos que a estos sindicatos y partidos les resulte complicado reconocer sus graves errores de partida, y su terca pertinacia en ellos a lo largo de tres décadas hasta hoy mismo. Pero deben tener en cuenta, en primer lugar, que todos los partidos políticos europeos verdaderamente serios y responsables han hecho a lo largo del siglo XX algún tipo de revisionismo y no ha pasado nada. En segundo lugar, nadie les exige –no yo al menos-  golpes de pecho ostentosos ni rectificaciones públicas explícitas: bastará a veces con su responsable silencio y con su cooperación más o menos tácita y aportaciones “de matiz” para posibilitar que el Gobierno y el Congreso, culminen ágilmente el proceso de cambio y nos saquen a muy corto plazo del atolladero actual.

 

11.                                 No obstante, por mucho que quien suscribe quiera evitar reproches que podrían ser contraproducentes, nadie debe perder de vista que la mayor parte de los diagnósticos de este trabajo, y de sus propuestas, son compartidas por la abrumadora mayoría del profesorado.  Sólo el pudor, el miedo, y la presión mediática, han impedido que se eleven a “públicas” las convicciones que casi todos expresan en “petit comité”. Pero, señores, la situación está cambiando y la omertá también.  Quienes se empeñen, poniendo piedras en el camino, en mantener hundidos al profesorado, a los centros públicos y a la sociedad en la infame ciénaga actual, lo pueden pagar muy caro, y quizá durante lustros, en las urnas políticas y sindicales.

 

12.                                Precisamente, una de las pretensiones de este trabajo es la de estimular no sólo  al profesorado y padres, sino también a las asociaciones, personalidades y personas de todo ámbito  e ideología a romper el ominoso muro de silencio y la vergonzante coacción moral que  han venido constriñendo la libre expresión del pensamiento mayoritario durante las dos últimas décadas.

 

13.                                Reitero mi petición formal al  Presidente  don Mariano Rajoy Brey, a su Gobierno, a todos los grupos parlamentarios  y a los máximos órganos de todos los partidos representados en el Congreso,  de que  inicien de inmediato y por  vía urgente el camino que conduzca hacia  las reformas solicitadas.

 

14.                                Si en otros países, como  Alemania,  ha habido  no pocas coaliciones o acuerdos entre partidos dispares para posibilitar reformas sociales que entendieron necesarias, con mucha más razón puede hacerse lo mismo en España  para garantizar un bien social superior y cuya necesidad es aún más urgente e inaplazable:        

 

EL  DERECHO A  UNA

 “EDUCACIÓN”

QUE  MEREZCA  TAL  NOMBRE.

 
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jueves, 2 de febrero de 2017

  

 
LA EDUCACIÓN
PRIMARIA   Y  SECUNDARIA  EN  ESPAÑA,
UNA   GRAN  MENTIRA
 
CÓMO  REVERTIR  LA  SITUACIÓN
 

                          

 ÍNDICE
 

I.                   Preámbulo sin eufemismos.                                

 
II.                Los exámenes externos en Primaria: urgente necesidad.                                                              

III.             La Reválida al final de la ESO,
                 imprescindible.                                             

 

IV.            Es inaplazable derivar a los alumnos muy conflictivos                            a centros especializados.             

                  V.    APUNTES  FINALES                                               
 
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I.                 PREÁMBULO SIN EUFEMISMOS

1.     El   statu quo   en  la inmensa mayoría de las aulas de la ESO  y también crecientemente  en las de Primaria es tétrico.

 

2.     El motivo principal es que se han menospreciado los dos axiomas esenciales que desde tiempo inmemorial hicieron posible el aprendizaje efectivo de niños y jóvenes:

a)    Que el profesor debe siempre tener la sartén por el mango, para lo que debe contar con suficientes e  inmediatos  recursos disuasorios y punitivos.

b)    Que el alumno, matices aparte, va al colegio o instituto a hacer lo que se le dice,  y punto.

 
3.     La única forma de asegurar una buena formación para todos los niños y adolescentes independientemente de su extracción social es restablecer el orden en los centros educativos y establecer unos controles homologados de calidad. Poner piedras en el camino de dicho orden y de dichos controles es por tanto profundamente antisocial.
 

4.     Lo que trasciende a la prensa, a la sociedad y a los padres no es la punta del iceberg (12.5% de su masa total) sino un ínfimo fragmento de la cruda e infame realidad. La insolencia y desobediencia, las amenazas, insultos, acosos y agresiones son el pan nuestro de cada día en nuestros centros de ESO y de PRIMARIA. La humillación a los maestr@s y profesor@s,  y a no pocos alumn@s,  es constante e impune;  y es constante por impune. En estas condiciones ni los docentes pueden ni podrán nunca enseñar  ni la mayoría de los discentes pueden ni podrán nunca formarse adecuadamente.

 

5.      Los mandatarios de España llevan dos décadas engañando a los ciudadanos y disfrazando la ciénaga en que se encuentran nuestros centros educativos. Es hora de que adopten, con decisión y sin melindres, las medidas legales y operativas que aseguren el buen fin de los multimillonarios recursos que nuestra sociedad dedica a la formación estudiantil. Esos recursos llevan lustros siendo malversados: estamos invirtiendo en el pedregal del desorden  en vez de preparar el terreno para que la convivencia en los centros y la rentabilidad social de ese gasto público resulten satisfactorias.

 

6.     Las cifras “oficiales” de fracaso escolar, siendo de por sí alarmantes, esconden  una realidad mucho más demoledora  porque  el nivel  “para aprobar” se ha rebajado hasta niveles escandalosos. Si se contabilizaran los alumnos que sí “aprueban” pero que ni de lejos han adquirido los conocimientos y habilidades esenciales que determinan los Planes de Estudios,  el fracaso “real” alcanzaría, tanto en Primaria como en Secundaria-, a no menos del 90% del alumnado.    Eso, tirando por lo bajo.


II.             LOS EXÁMENES EXTERNOS EN PRIMARIA:

Una imperiosa necesidad


1.     Las  REFORMAS  o DECISIONES que los grupos del Congreso barajan consensuar en esta legislatura respecto a nuestro sistema educativo son "más de lo mismo" y por tanto  SERÁN TOTALMENTE INEFECTIVAS si no se establecen tres exámenes externos con consecuencias académicas a lo largo de la Primaria  porque sin dichos exámenes seguiría sin existir ningún  control de calidad  neutral  y  objetivo entre los 6 y los 16 años,  que son los años fundamentales en la formación de los niños y adolescentes;  y por ende en el nivel educativo de cualquier  país.


2.     Los controles externos (pruebas de Estado) se habrán de implementar  al acabar  2º,    y  6º de Primaria.
 

3.     Si  el control externo sólo se estableciera al acabar la Enseñanza Secundaria, nos estaríamos ocupando únicamente (cuando el mal ya está hecho y es irreversible) de que los alumnos que pasen al Bachillerato tengan la adecuada preparación pero no de que todos los alumnos hayan aprovechado al máximo sus diez años de escolarización obligatoria.

 

4.     Es más cómodo para un maestro, y relativamente comprensible en el creciente clima de indisciplina escolar, “zafarse” hablando de la Luna en vez de enseñar a sus alumnos a multiplicar o a redactar.  Hablar de la Luna u ocupar el tiempo en otro tipo de actividades sencillas y semi-lúdicas puede ser formativo. Pero lo prioritario y obligado, aunque resulte más arduo, es cumplir los objetivos esenciales señalados en el Plan de Estudios de cada curso.

 

5.     Lo que realmente motivará a los maestros  a esforzarse cotidianamente en pos de la consecución de esos objetivos esenciales serán los exámenes externos en los  que su buen o mal desempeño  quedarán  en evidencia ante las autoridades educativas, ante sus compañeros y ante los padres.

 

6.     En cuanto a estos, a los padres y madres, la mayoría no darán importancia a unos “diagnósticos o controles informales” que no condicionen el paso de sus hijos al curso siguiente. Y por tanto no motivarán suficientemente a sus hijos para que su quehacer diario les posibilite la superación de dichos controles. Si estos tienen consecuencias académicas, todos se esforzarán mucho más.

 

7.     Las pruebas de control externo que han de realizarse a los, aproximadamente,  8, 10 y 12 años de edad no tienen por qué ser complejas, largas ni traumatizantes: bastarán unas preguntas y ejercicios que detecten el nivel de lectoescritura, matemáticas y otros saberes básicos.


III.         LA REVÁLIDA AL FINAL DE LA ESO,

         TAMBIÉN  IMPRESCINDIBLE         


1.     Es preciso asegurar que los estudiantes que opten por cursar el bachillerato tengan el nivel suficiente para asimilar sus contenidos esenciales. No se trata de “buscar que pasen menos alumnos” sino de que todos estén muchísimo más preparados al acabar la ESO.

 
2.     Es una demagogia inadmisible afirmar que las reválidas implican una segregación o elitización educativa. En las reválidas no se califica en base a la cuenta corriente o al patrimonio de los padres sino en virtud de lo que un alumno sabe o no sabe. Las reválidas las pueden aprobar o suspender, indistintamente, los hijos de un millonario y  los de un albañil o un parado.

 
3.     Desde la ley de 1970 la enseñanza fue obligatoria y gratuita hasta los 14 años. No había por tanto discriminación sino que en todo caso cada alumno se integraba o discriminaba a sí mismo según fueran su esfuerzo y sus capacidades. El bachillerato también era virtualmente gratuito porque existían becas –de matrícula, libros y transporte- para quienes las necesitaban. En consecuencia todos los niños y jóvenes que hicieron la EGB –y en su caso el BUP- tuvieron similares oportunidades para aprender.  De hecho, la mayoría de los médicos, ingenieros, profesores, y otros universitarios que hoy tienen entre  40  y  60 años, no estudiaron en centros privados  sino públicos. Su formación al acabar el COU y por tanto su capacidad para afrontar sus estudios universitarios  era similar a la de los colegas que estudiaron en colegios privados o concertados. La brecha entre unos y otros centros era, en aquel entonces, mínima.


4.     Desde la LOGSE,  la obligatoriedad y gratuidad se extendió hasta los 16 años. Ningún  partido ha planteado jamás que la enseñanza deje de ser universal y gratuita. ¿De qué elitización o segregación estamos hablando?


5.     La verdadera y enorme  elitización que se ha generado en España la trajeron “de facto” la LOGSE y los psicopedagogos “buenistas” a cuyos cantos de sirena y putrefactos frutos se han sorprendentemente subordinado las autoridades educativas sin excepción. El resultado está a la vista: desde 1995  se ha ensanchado la brecha educativa entre colegios públicos y privados hasta un nivel inimaginable incluso hace cincuenta años. El abismo educativo entre la clase alta y las menos pudientes es hoy descomunal.

 
6.     Que las reválidas propician un mayor involucramiento y motivación de padres, alumnos y profesores es un hecho incontestable evidenciado en el antiguo COU,  el actual 2º de Bachillerato  y la PAU subsiguiente a ambos. ¿Es malo, a alguien le molesta, suscitar dicha motivación no sólo a estas alturas sino desde el inicio de la escolarización de nuestros hijos?


7.     Los resultados de unas pruebas externas bien planteadas no tienen por qué ser ni aleatorios, subjetivos ni traumatizantes. El que suscribe hizo entre los diez y los diecisiete años de edad las siguientes:


a)    Examen de Ingreso al Bachillerato (a los 10 años).

b)    Reválida de Bachillerato Elemental (a los 14 años).

c)     Reválida de Bachillerato Superior (a los 16 años).

d)   Prueba de Madurez al acabar el PREU, mucho más exigente que la PAU                                         (a los 17 años). 

8.     Suspender una reválida o una prueba externa no implica consecuencias irreversibles si el nivel del alumno no dista mucho del deseable  porque existirá, como siempre existió, una convocatoria en junio y otra en septiembre, así como la posibilidad de, repitiendo o no curso, presentarse al año  siguiente. Si el alumno, por su negligencia, agota las convocatorias, dispone de estudios profesionales alternativos; y dispondrá a lo largo de su vida de otras oportunidades, entre ellas los Centros de Adultos, para mejorar su formación.



IV.         ES  INAPLAZABLE   DERIVAR

A  LOS ALUMNOS MUY CONFLICTIVOS                      

A  CENTROS  ESPECIALES

1.     Las pruebas externas sin duda implicarán una dinamización y galvanización de nuestro sistema educativo pero...

 

NO SE PUEDE PRETENDER QUE LOS MAESTROS Y PROFESORES CUMPLAN PLENAMENTE LOS OBJETIVOS DE CADA CURSO  (ni por ende que la Instrucción Pública funcione bien en España)  EN UN MARCO DE HUMILLACIÓN, DE INDISCIPLINA Y DE FALTA DE RESPETO.

 

2.     Para garantizar (en Primaria y en Secundaria) una aceptable progresión del 95% de nuestros niños y jóvenes  es  imprescindible  que el 5% de alumnos que viene mostrando una actitud de sistemática desobediencia, indolencia, obstrucción al trabajo en clase, agresividad o  irrespetuosidad                                 SEA       DERIVADO A CENTROS ESPECIALES
                 con profesorado  voluntario,  incentivado y especializado.

 

3.     Estos Centros Especiales se dotarán de normas de convivencia especialmente estrictas y específicas, de  inapelables recursos preventivos y sancionadores,  y del personal de seguridad que sus  circunstancias demandarán. Este personal de seguridad incluirá a un agente de la Policía Nacional (o en su defecto, de la Policía Local)  que estará de servicio en cada uno de estos centros durante todas sus horas de funcionamiento. 
 
 
è Entre las normas de estos centros especiales se incluirán las que propician hábitos de autocontrol como: entrar en formación y en silencio a clase desde el patio al principio de la jornada y tras el recreo; establecer como falta grave el tuteo a los profesores y al personal del centro; recibir a los profesores en pie y en silencio; penalizar las conductas o actitudes inadecuadas con la permanencia en el centro durante dos horas añadidas a la jornada escolar y en su caso con la asistencia obligada al centro los sábados por la mañana;  y otras de similar rango. En casos más graves como el intento de agresión o la agresión consumada, el personal del centro estará autorizado al empleo proporcionado de la fuerza física  y/o  de técnicas y materiales de inmovilización.
 
à La presencia constante en estos centros de un agente de la Policía Nacional o en su defecto de la Policía Local   está sobradamente justificada por el hecho de que muchas de las conductas que se producen en los centros no constituyen meras faltas escolarmente graves sino delitos.  La proximidad del agente de servicio implicará una deseable prevención y    posibilitará que cualquier persona (alumno, profesor o trabajador) pueda efectuar su denuncia in situ y con carácter inmediato, reforzándose así la disuasión del atropello a la integridad física y síquica de los miembros de la comunidad educativa y la defensa de sus legítimos intereses y derechos.
 


 
à Las medidas disuasorias pueden incluir el establecimiento, al cumplir los dieciséis años de edad, de un servicio social no retribuido y de un año de duración para aquellos alumnos que tampoco hayan “entrado en vereda” durante su estancia en los centros especiales. Si hasta hace unos años todos estábamos obligados (sin haber hecho nada malo) a realizar el servicio militar (o más tarde  opcionalmente la prestación social sustitutoria) a nadie puede sorprender que quienes han obstruido reiteradamente el funcionamiento de sus centros educativos compensen  mínimamente a la sociedad con la prestación de un año de servicios comunitarios.
 
 

4. Es  IMPOSIBLE  garantizar la autoridad profesoral si  la praxis habitual sigue siendo que el alumno perturbador siga en el centro de todos modos o que como mucho se le cambie a otro centro "normal".

 

5.     Los centros especiales impartirán, en cada curso y nivel, las mismas enseñanzas que los centros normales.

*Cabe estudiar la posibilidad de que el horario oficial de estos centros  sea de nueve de la mañana  a cuatro de la tarde pero con salida anticipada a las dos de la tarde para los alumnos cuya conducta y aplicación sean adecuadas. De esta forma “vestimos” un posible castigo como un estímulo positivo y de paso impedimos que nadie objete una posible  ilegalidad  al  alargar “arbitrariamente” la jornada escolar…  porque no se alargará nada sino que se cumplirá el horario establecido aunque dispensando “a los buenos” de las dos últimas horas de permanencia en el centro. Obviamente, las horas de 2 a 4 no serán lectivas sino de estudio, refuerzo y actividades complementarias.

 

6.     Los centros especiales no implicarán sobrecoste significativo  al no ser preciso construirlos ni dotarlos, toda vez que se aprovechará en cada ciudad o comarca uno de cada diez de los centros actuales, dejando los nueve restantes para la enseñanza normalizada.

 

7.     De esta forma tanto los alumnos “normales” como los que muestran una conflictividad  muy marcada saldrán beneficiados y progresarán muchísimo más que en la actualidad.

 

8.     El procedimiento de derivación de los alumnos conflictivos a los centros especiales será agilísimo y podrá efectuarse en cualquier momento del curso.

 

9.     La derivación de los alumnos conflictivos a los centros especiales no será necesariamente irreversible. Por ejemplo un alumno derivado a los  7,  9,  11  o  14 años a un centro especial podrá reintegrarse a un centro normal cuando (y si) su evolución denota que su presencia en el mismo no pondrá en peligro su correcto funcionamiento. 

10.  La mera    existencia de estos centros especiales
 
                      inducirá automáticamente 

            la mejora  del comportamiento general

           del  alumnado de los colegios e institutos.


V.-  APUNTES FINALES


·       Las propuestas de este documento podrían, por qué no, introducirse en primera instancia con carácter experimental en varias provincias españolas para, vistos los resultados, introducir posibles correcciones y mejoras antes de generalizarlas a todo el territorio estatal.
 
·       Nadie mínimamente sensato puede dudar que cuando se comprueben los fulminantes y benéficos efectos en las provincias-piloto, el resto de España clamará por la urgente generalización de las reformas propuestas.
 
·       Clamará la gran mayoría de los padres. Clamarán los alumnos que quieren aprender y ser respetados. Clamará un profesorado que por fin habrá recuperado su dignidad.
 

 CITAS DE KARL POPPER y LIEMIO REMARO

 
La libertad, si es ilimitada, se anula a sí misma.
La libertad ilimitada significa que un individuo vigoroso es libre de acosar o asaltar a otro débil y de privarlo de su libertad. Es precisamente por esta razón exigible que el Estado limite la libertad hasta cierto punto, de modo que la libertad de todos esté protegida por la ley. Nadie quedará, así, a merced de otros, sino que todos tendrán derecho a ser protegidos por el Estado.
Paradoja de la libertad. KARL POPPER (1902-1994)
 


 
à Todo sistema educativo que ignore el binomio palo-zanahoria está condenado al fracaso, del mismo modo que toda sociedad que ignore dicho binomio está abocada a la descomposición. Los seres humanos tendemos a la libertad, a actuar “como nos da la real gana” y sólo limitamos ese albedrío si la comisión de un acto antisocial nos va a perjudicar. Las referencias morales están íntimamente entrelazadas con la existencia o no de castigo.  La impunidad es anti-educativa.
à Los alumnos han de adaptarse a la escuela y no a la inversa como predican algunos psicopedagogos carentes de sentido común y que jamás han ejercido la docencia ni durante un mes consecutivo. Un alumno saboteador del ambiente de trabajo debe ser apartado y educado en centros especiales, del mismo modo que una manzana podrida se separa de las demás para que no las contamine.
à Los conceptos  “comprensivos” e “inclusivos” llevados al extremo envilecen la educación. La clasificación de alumnos y su encuadre en un curso u otro en base a sus conocimientos previos han sido a lo largo de la historia, son, y serán siempre, un elemento primordial para la optimización del aprendizaje y para la rentabilidad social de los recursos invertidos en la instrucción pública.
                                                           LIEMIO  REMARO
 

LA CULPA DE LA VERGONZOSA SITUACIÓN DE NUESTROS CENTROS
 
NO ES SÓLO DE LA PASIVIDAD DE LOS POLÍTICOS SINO DE "TU" SILENCIO.
 
NO TE QUEPA LA MENOR DUDA DE QUE SI LAS REFLEXIONES Y PROPUESTAS DE

 ESTE BLOG CORREN COMO REGUERO DE PÓLVORA POR TODA ESPAÑA,
 
LA SITUACIÓN CAMBIARÁ RÁPIDA Y RADICALMENTE.
 
LOS POLÍTICOS NO HARÁN NADA QUE LA SOCIEDAD NO LES EXIJA QUE HAGAN.
 
TÚ ERES "LA SOCIEDAD" .      DIFUNDE EL ENLACE DE ESTE BLOG.


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 GRACIAS.